Muy cierto.
Hace no mucho EEUU hacía autenticas masacres con ciertos animes. Decimos aquí que Sabrina y El Príncipe de Bel Air están sobreadaptados, pero por muchas referencias que nos sacásemos de la manga, el tono de la obra quedaba más o menos intacto. Con las adaptaciones estadounidenses… bueno, no hay más que ver el espanto que fue One Piece: cambiaron imágenes, diálogos y censuraron todo tipo de contenido hasta tal punto que, directamente, paso a ser una obra distinta. Todo con tal de cambiar el público objetivo porque pensaron que con los adolescentes no tendría éxito y que sería mejor convertirlo en una serie apta para los más peques.
En Digimon modificaron la banda sonora a una mucho más rocambolesca (y mucho peor, en mi opinión ) porque sí, y las intros casi siempre las tocaban de alguna forma (recuerdo todavía las intros de Naruto o de Pokemon).
Menos mal que esto lo veo cada vez menos porque, si bien comprendo y apruebo muchas adaptaciones de las que se hacían antes, en el caso de los animes era un poco demasiado exagerado y muchas veces mataba la esencia de la serie para intentar hacerla más comercial.
¿Os imagináis cómo habrían quedado las pelis de Gibli si Miyazaki no les hubiera prohibido expresamente censurar nada?