Acabo de leer la última novela de Dan Brown “The secret of secrets” que aquí ha sido traducida por “El último secreto” y me ha parecido lamentable: larga, tediosa, vamos lo que viene siendo un best seller de lo peor aunque para poder criticar me la he tragado enterita (me ha costado). Sin embargo hay una cosa que me ha indignado: en inglés la novela habla de “consciousness” que se puede traducir por “conciencia” y así lo han hecho los inútiles de los traductores. Es cierto que la RAE -que últimamente admite todo- ya admite conciencia y consciencia como iguales pero filosóficamente la conciencia -Pepito Grillo- no es la consciencia. Tú puedes perder la consciencia si te desmayas pero no pierdes la conciencia. Y eso debería saberlo un traductor -que han sido 2 los que han cometido el error- profesional. El libro de Brown habla continuamente de “consciencia”: Conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones. O Capacidad de algunos seres vivos de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella.
Mientras la conciencia es Conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios o el sentido moral o ético propios de una persona.
Eso sin hablar del “clutch” de un vehículo y de “jalarse” al arrancar. (clutch es embrague en castellano y no deben tampoco saberlo). Lamentable. La cultura se va a la mierda.