Acabo de terminar la lección sobre trabajar en equipo, y la verdad que, desde siempre, he sido bastante individualista y, si puedo elegir, prefiero trabajar sola. Sin embargo, también tengo que reconocer que, tanto en la carrera como en el máster (en el mundo laboral aún no me he encontrado con ningún proyecto colaborativo) he trabajado muy a gusto con algunos grupos y hemos conseguido buenos resultados, así que supongo que siempre depende de las personas con las que te toque trabajar, a nadie le hace ilusión trabajar en equipo si te encuentras con gente que sigue la «ley del mínimo esfuerzo».
Sobre el punto de hacer contactos que nos sean útiles, no podría estar más de acuerdo. Por ejemplo, mi pareja, informático, me ha salvado la vida más de una vez cuando me he encontrado con algún problema que me ha provocado algún que otro infarto. ¡Es una maravilla tener al servicio técnico en casa!
Estoy totalmente de acuerdo. Creo que nos parecemos bastante en la forma de trabajar según dices, ya que yo también prefiero trabajar solo a mi ritmo y con mis decisiones. Sin embargo, cuando estás en un equipo con el que encajas perfectamente y son responsables, es increíble lo que se puede conseguir. Para eso se necesita un buen proceso de selección y una buena dinámica de grupo, lo cual no siempre es posible por desgracia. Tarde o temprano acabas trabajando con alguien que no te cae bien, que te corrige cosas que no debería, etc. Eso sí, eso lo he visto mucho más trabajando en plantilla que como autónomo, quizás precisamente porque los traductores externos están más acostumbrados a trabajar solos.
En definitiva, nada como ser disciplinado y tener buenos compañeros de equipo si tienes que trabajar en compañía. Pero si tienes que trabajar en equipo y no os caéis bien, nada como la profesionalidad para sobrellevarlo: hay que dejar el ego aparcado y ceñirte a la responsabilidad. Eso es típico cuando trabajas con jefes y no estás de acuerdo con tus decisiones: es un buen ejemplo en el que poner a prueba tu ego (y ojo, que a veces eso nos enseña a ver que a veces sus decisiones no son tan malas del todo).
¡Qué bien que estés con un informático! Con lo presente que está la tecnología hoy en día, tener a alguien cerca que te ayude en el aspecto técnico es siempre una bendición.
