Cuando el cliente te felicita

Buenos días,

Por fin he logrado volver a los cursos de Traduversia. Nada más terminar la carrera, me contrataron en una empresa alemana y es con la que estoy desarrollando mi experiencia profesional.

La semana pasada fui a hacer mi primera interpretación de conferencias. Estaba como un flan y super negativa por la falta de confianza en mi misma. Aunque los primeros días lo pasé bastante mal, los clientes que tenía terminaron siendo de gran apoyo y de hecho me felicitaron por el trabajo, analizando lo difícil que es y valorando la calidad del servicio. Sé que hay mucho que mejorar, sobre todo con los nervios a no hacerlo bien o que el cliente no esté cómodo, pero la verdad es que cuando te felicitan por tu trabajo es un subido de autoestima.

He decidido incluso empezar un blog sobre las experiencias que estoy teniendo porque quizás ayude a otras personas que como yo están empezando.

¿A vosotros os han felicitado alguna vez? ¿Qué relación tenéis con los clientes? ¿Soy cercanos o distantes? ¿Cómo fueron vuestras primeras experiencias?

¡Hola, Lara!

Muchas gracias por tu mensaje. Me alegro de que hayas podido volver a los cursos, je, je. ¡Me alegro de que estés trabajando después de haber terminado la carrera! ¿Es en Alemania entonces?

No te preocupes, esa sensación de nervios es lo más normal del mundo. La gente se sorprende cuando digo que estoy nervioso con tal proyecto por la responsabilidad que conlleva o con tal nuevo cliente porque, claro, hay que causar una primera buena impresión. ¡Y eso con más de 10 años de experiencia! Pero es que, al final, cuando algo te importa de verdad, muchas veces se manifiesta también en forma de nervios.

Cómo me alegro de que te felicitaran tus clientes. Es una suerte contar con ellos, porque es verdad que muchas veces casi que se espera que tu trabajo sea bueno y, si acaso recibes algún comentario, es una queja. Sin embargo, esa es no es la realidad para todos y, como por suerte has experimentado, también hay quien te felicita.

Yo en general me suelo llevar bien con los clientes, sobre todo porque al final son más o menos siempre los mismos. Escribí sobre ello hace tiempo en mi blog:

Hablar y tratar con los clientes es una
forma más del negocio, y me gusta que me vean fresco y con chispa, ya que no por ello voy a ser menos serio. Hay de todo y hay que saber adaptarse, por supuesto, pero vaya, al final, cuando trabajas a gusto, es porque hay cierto «feeling» con quien trabajas.

Ahora estoy lidiando con un nuevo cliente importante y quizás es algo más distante y serio, pero vaya, yo sigo como siempre. Poco a poco iremos ganando confianza, espero.

Alguna que otra vez me han felicitado y la verdad es que sienta bien. Pero descuida, que también se me han quejado alguna vez y he hecho todo lo posible para que quedaran contentos (normalmente, razonar bien por qué no hay problema o disculparme con sinceridad cuando he metido la pata y corregir lo que sea rápidamente; obviamente, mejor que esto pase poco, pero vaya, todos tenemos errores de vez en cuando).

Un saludo,

Pablo

En realidad es en Valencia, pero para una empresa alemana y claro, de vez en cuando, toca viajar para allí. Y sí, fue acabar y besar el santo como suelen decir. A mi en realidad me gustaría poder tener mi propia empresa y dedicarme a la traducción al 100%. Lo que pasa que todavía creo que necesito coger algo de experiencia, sobre todo a la hora de buscar clientes.

Gracias por vuestros consejos y cursos. Son muy útiles y de gran ayuda.

Un saludo,

L.